Después de dos días sin prácticas, y tras el examen teórico (que aprobé), volví hoy de nuevo al volante. Fue una práctica en la que me sentí relajado y disfrutando al volante. A pesar de tener algunos errores, me noté conduciendo con soltura y controlando mejor el coche. Practiqué de nuevo la conducción por autopista y por ciudad.
La práctica de hoy comenzó a las 16:45, y el nuevo horario parece que me sentó bien. El inicio no fue bueno, porque intenté sacar el coche solo con el embrague y se caló. Definitivamente voy a seguir arrancando como siempre, manteniendo el embrague y acelerando. A pesar del error, luego me noté tranquilo y disfrutando de la conducción todo el tiempo. Sin duda influye mucho ir relajado. La hora ayudó en el sentido de que hay menos tráfico, pero perjudicó porque el sol molesta. Hasta ahora no me había imaginado lo mucho que deslumbra el sol cuando se está conduciendo. Y eso que iba con las gafas de sol.
El profesor me dijo que me dirigiera a la autopista observando las señales de indicación. Lo intenté, pero era un poco lioso y por muy poco no entro por otra carretera. Es difícil fijarse en esas señales cuando vas atento a otras circunstancias, y es una de las cosas que me da un poco de miedo en el examen. No me siento muy cómodo teniendo que orientarme con las señales de indicación. Finalmente conseguí entrar en el carril de aceleración y esta vez sí fui yo quien hizo toda la incorporación a la autopista sin ayuda. Realicé la maniobra bien y con bastante soltura, poniéndome en 110 km/h de forma sostenida. Un coche adelantó y se colocó demasiado cerca por delante, así que tuve que reducir un poco la velocidad para mantener la distancia de seguridad. Luego seguí normalmente. Un poco más adelante, el profesor me dijo que volviera a entrar en la ciudad. De nuevo me costó un poquito fijarme en las señales, pero lo hice. Una vez localizado el carril de salida de la autopista, reduje ligeramente la velocidad antes de entrar, y el profesor me dijo que debía esperar hasta estar dentro del carril para frenar. Así lo hice. Ya dentro del carril, no hice la reducción de marchas con mucha fluidez y anticipación, aunque llegué bien a la glorieta de incorporación a la ciudad. En general, quedé contento con la experiencia en la autopista.
El resto de la práctica consistió en circular por ciudad. Hice un stop mejor que en prácticas anteriores. Los cambios de carril ya los voy teniendo dominados, y me noto con más soltura en la observación del entorno. Tomé bien las glorietas, con decisión y buena anticipación, hice bien las reducciones de marchas y conseguí hacer detenciones suaves incluso en situaciones algo más complejas como un semáforo a la salida de una glorieta. No tuve problemas con los pasos de peatones, aunque en dos ocasiones tal vez pude ir más despacio y parar. Tomé mejor las curvas, miré los espejos y señalicé casi siempre. Sin embargo, a pesar de que había ajustado el espejo interior antes de comenzar, al mirarlo a mitad de la práctica vi que estaba más bajo de lo necesario y no me permitía ver bien. Tal vez lo descoloqué al bajar el parasol.
Circulando cometí un error al aproximarme a una pequeña glorieta donde mi carril seguía recto. Al no ser una glorieta al estilo de las otras, no miré para ceder el paso y el profesor tuvo que advertirme. El segundo error de hoy fue al estar dentro de una glorieta y errar en la entrada que me había dicho el profesor. Me hizo dar la vuelta a la rotonda para tomar la salida correcta y, al hacerlo, me encontré con un camión parado en la salida. Conseguí cambiarme al carril izquierdo, previa mirada al espejo, pero olvidé señalizar el cambio de carril (puse intermitente derecho, porque estaba pensando en señalizar la salida de la glorieta más que en el cambio de carril para esquivar el obstáculo).
Por tanto, una práctica productiva y en la que me sentí confiado y relajado. Es un placer conducir cuando se va dominando la situación y se consiguen automatizar las maniobras. Sé que aún necesito practicar diferentes circunstancias para dominarlas, pero quedé satisfecho con mis progresos. Mis próximos retos son seguir puliendo lo que voy haciendo mejor, acostumbrarme a anticipar situaciones complicadas antes de que ocurran y orientarme en las calles que estoy recorriendo.
El profesor estaba hoy con síntomas de gripe, y no sé si mañana podré tener práctica. Es un problema, porque voy a necesitar dar al menos diez clases de aquí a 15 días y no sé si va a poder dármelas. Probablemente tenga el examen práctico entre el día 17 y el 21, aunque si no puedo presentarme con garantías antes de finales de noviembre ya voy a tener que esperar hasta mediados de enero, porque a partir de diciembre me va a ser imposible dar clases.