En mi última práctica antes del examen (no sé si será la última antes de obtener el carnet) he logrado no cometer ningún error eliminatorio, aunque he caído en dos errores deficientes que hasta ahora no había cometido: pararme ante semáforos con flecha de giro que me daban prioridad.
La práctica de hoy la realicé tal como si estuviera ya en el examen. El profesor solo me dio las instrucciones e intervino cuando hice algo incorrecto. Cometí pocos errores, probablemente menos que en cualquier otra práctica anterior. Tuve un período de 10 minutos de conducción autónoma donde opté por meterme yo mismo en la boca del lobo. Podía haber escogido un recorrido más fácil, pero en una práctica hay que aprovechar el tiempo y exponerse a los errores. A pesar de que la ruta era complicada, conseguí solventar bien todos los obstáculos, excepto una metedura de pata que hasta ahora no había cometido. Tras girar en una plaza no solo olvidé el intermitente al salir sino que también me quedé detenido frente a un semáforo con la flecha de giro a la derecha en verde. Fue ver la luz roja del semáforo grande y ya me dio el impulso de frenar. Una falta deficiente. Posteriormente cometí el mismo fallo en otro semáforo, pero esta vez con la flecha en amarillo intermitente. Una buena lección para tenerla en mente mañana antes de detenerme precipitadamente ante el primer círculo rojo que vea.
Realicé dos estacionamientos en línea. El primero me costó encontrarlo y me puse un poco nervioso porque estaba pensando más en estacionar que en seguir circulando. No hay que poner el intermitente hasta que no se encuentra el sitio adecuado para estacionar y, por supuesto, hay que seguir conectado a lo que ocurre a nuestro alrededor mientras se busca sitio. En este caso tardé unos minutos hasta encontrar un hueco. Aunque conseguí meter el coche, se me quedó apartado del bordillo debido a que el ángulo de entrada no fue lo bastante grande. Sin embargo, en el segundo estacionamiento lo dejé perfectamente alineado y pegado al bordillo. Para hacerlo bien no solo hay que tener en cuenta el ángulo de entrada sino también la distancia lateral a la que estemos del coche estacionado. En todo caso, lo importante es no quedarse corto con el ángulo de entrada.
En los pasos de peatones sin visibilidad es necesario ir muy despacio, por lo que es recomendable reducir a primera para evitar que el coche se cale. De hecho se me caló dos veces por no hacerlo. También es recomendable la primera en giros cerrados, y en stops y cedas el paso complicados.
Mientras veníamos de vuelta con otra alumna, el profesor nos contó algunas anécdotas de exámenes. Por ejemplo, un alumno al que se le llenó el parabrisas de vaho y el examinador le dijo que activara el antivaho. Con los nervios, el chico comenzó a tocar todos los botones del coche, sin conseguir descubrir cómo se hacía. Tras varios minutos así, el examinador tuvo que decirle que estaba suspendido. Otro caso fue el de una chica que, tras realizar las comprobaciones en el capó, fue a meterse en el coche y abrió la puerta sin mirar, haciendo que otro coche frenara. Eso ya le hizo llevar una falta deficiente en el examen, antes incluso de comenzar a circular. Del mismo modo, también se dan casos de alumnos que suspenden tras hacer un buen examen porque salen del coche sin mirar y causan algún peligro. Por tanto, hay que estar atento desde el momento en que comienzan las comprobaciones hasta que se sale del coche.
Mañana tendré que estar en la autoescuela a las 8:15. Voy con confianza pero sin hacerme muchas ilusiones. Sé que será difícil y que la media de los que aprueban suele ser inferior al 50%. He puesto lo mejor de mi parte en las prácticas. Si no lo consigo, tendré que esperar hasta dentro de dos meses, ya que tengo otras tareas ineludibles. Como creo en Dios sé que, suceda lo que suceda mañana, va a ser bueno para mí. Mañana os contaré cómo fue el examen.