Consejos para conducir tras un año de práctica

Incorporaciones y salidas del vehículo

Presta atención a las incorporaciones y salidas del vehículo. Este punto está en relación directa con el anterior de los carriles, y se podría incluir en el mismo, porque en realidad incorporarse al tráfico consiste en abandonar el carril donde estamos estacionados e invadir el carril donde otros están circulando. Tu mejor aliado para esta maniobra va a ser el espejo retrovisor. Si tu coche está estacionado a la derecha, mira bien por el espejo retrovisor izquierdo y asegúrate de que puedes incorporarte sin peligro. Si estás estacionado en batería y vas a dar marcha atrás, ve despacio y con mucha precaución mirando el espejo retrovisor interior y girando la cabeza para ver si vienen vehículos. Recuerda: si viene algún vehículo, no tiene por qué disminuir su velocidad para dejarte salir (aunque eso sea lo recomendable), ni tampoco tiene por qué darse cuenta. Si sales y se choca contigo, la culpa es tuya. Porque tú tienes que salir cuando el carril esté libre. Mientras haya alguien en ese carril, tiene preferencia y tendrás que esperarte hasta tener la completa seguridad de que no vas a molestarle cuando te incorpores.

Lo mismo se aplica a las puertas cuando entras o sales del coche. Al abrir la puerta estás invadiendo el carril contrario. Mira al entrar, u observa por el espejo retrovisor antes de salir. Muchas veces me veo obligado a disminuir la velocidad cuando veo a un imprudente abrir la puerta y salir de su coche como si tuviera todo el derecho del mundo. Pues no. Yo no tengo por qué disminuir la velocidad ni hacer una maniobra repentina de desvío. Voy por mi carril. Si me llevo la puerta por delante, o a él, la culpa es suya. Pero nadie quiere eso, ¿verdad? Así que procura anticiparte porque verás eso muchas veces y necesitarás calma y sentido común. Y cuando seas tú el de la puerta imprudente o el que va a incorporarse a saco, piénsalo bien: si alguno quiere arreglar su coche viejo a costa de tu seguro, puede aprovechar esa oportunidad. Y si alguno va distraído, o le caes mal y tiene ganas de atropellarte, puedes acabar con 1000 kg encima de ti y tener tú la culpa.

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